Estaba convirtiendo mi vida privada en pública, y lo más patético es que solamente les llegaba a 40 personas muy cercanas a mí en términos relativos. No sabía que consecuencia tenía estar pegado a esas madres hasta ahora que lo he abandonado voluntariamente. Se siente bien, se me ha quitado las ganas de estar chismorreando todo por lo que pasa por mi mente, mis quejas y mis observaciones.
Como le dije al hijo de la fregada más alto que yo, yo nunca he pretendido llamar la atención porque esa actitud la detesto con todo mi ser, puesto que uno termina siendo un maniaco/enfermo para que los reflectores siempre estén iluminando. Mis intenciones solamente es compartir algo de mi alma, y eso es todo.
Lo anterior era la idea original de Mr. Blog, pero supongo que ahora que no tengo dónde derramar mis pendejadas, regresé a el (si lo siento Mr. Blogo, he sido un hipocrita hijo de la shingada que otra vez ha regresado a tus brazos sólo porque he abandonado a las malditas zorras
Pero me he divertido de lo grande :D.