A veces me harto de mí mismo y lo que me ha pasado estas dos últimas semanas simplemente fue la gota que derramó el vaso.
Ahora tengo que sobreponerme otra vez y meterme en esa cabeza mía que no debo de prenderme sentimentalmente con personas que me den un poco de atención y que ni en un trillón de año podría voltearme a verme y fijarse en mi de forma diferente. Y cuando "si hay posibilidades" existen barreras diseñadas de manera tan vil que simplemente no hace factible que florezca algo.
En estos momentos no puedo de dejar de pensar en esto, quiero olvidar y cualquier cosa me lo hace recordar.
Ahora tengo que sobreponerme otra vez y meterme en esa cabeza mía que no debo de prenderme sentimentalmente con personas que me den un poco de atención y que ni en un trillón de año podría voltearme a verme y fijarse en mi de forma diferente. Y cuando "si hay posibilidades" existen barreras diseñadas de manera tan vil que simplemente no hace factible que florezca algo.
En estos momentos no puedo de dejar de pensar en esto, quiero olvidar y cualquier cosa me lo hace recordar.
Soy todo un caso, no me gusta esta faceta mía, pero tampoco quisiera cambiarla... éste soy yo.
1 comentario:
Suele pasar. Lo que más coraje da, es cuando la torre está bien cimentada y quitas una barrita que hace caer todo... ¡A pesar de sus cimientos! Es injusto.
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