martes, 1 de diciembre de 2009

Odio a los dentistas

Quizás sea una acusación muy grave a una gran y noble profesión, pero para mi hay ciertas experiencias con el dentista que van desde la violación del espacio vital al dolor insoportable, esos que te dan muchas ganas de que un alma caritativa te dispare en el cráneo para que termine el sufrimiento.

Mi dentista, tiene el toque de un ángel. Lo comprobé cuando me hizo una extración del tercer molar que estaba impactado (el muy culero estaba creciendo de lado) y simplemente no me dolió (mucho).

El día de hoy para mi desgracia me detectó caries... me cagué en mis pantalones. Eso implicaba una curación, y el material para eso es un mini taladro, para quitar toda la zona infectada. La sensación es horrorosa y no se diga del dolor que implica. En estos casos NO ES ACONSEJABLE HACERSE EL MACHITO, si te duele DEBES DE QUEJARTE, puesto que estan jugando con tus dientes, importantes para el resto de tu vida.

No grité como niña en peligro, pero gemí indicando lo incomodo que me sentía, mientras que mi dentista me decía "ya casi terminamos..." Más dolor~

El sonido del mini taladro de más de 1500 revoluciones por minuto... ahhh aún lo siento en mi boca.

El caso es que ya estoy ligeramente bien, la proxima semana hay otra curación y otra extracción y eso acaba de empezar... ¡GRACIAS PADRE POR HEDERARME ESTOS DIENTES!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hla!hoy en dia no tiene sentido la odontología con dolor. El "aguanta que ya acabamos" quedó muy atrás, y menos aun para hacer un empaste. Con anestesia no tendrias que notar dolor, salvo en alguna ocasion extraordinaria (una de cada millon). Recomiendo que cambies de dentista,.. aunque como dice el refran,.. mas vale malo conocido,...
Saludo! ;)

Fede dijo...

como ya dijeron hoy en dia, en el odontologo no se pasa mas por ese dolor, hay muy buenos anestesicos, y con una correcta tecnica el pinchaso es casi impercectible. Yo soy odontologo, y se los digo desde este lado, nosotras tambien fuimos atendidos por los que ahora son colegas, y pasamos por el miedo a la turbina (torno). El tema es que generalmente el miedo que nos inculcan, padres, amigos, o conocidos es el principal factor que hace que odiemos al odontologos, y que solo al sentir una turbina nos de la sensacion de dolor. Hoy en dia la ciencia avanzo mucho, ir al odontologo no debe ser mas un pesar, y en todo caso, la culpa no es del odontologo, sino de quien no cuida sus dientes, saludos